martes, 25 de agosto de 2015

¿Cómo acampar en Islandia sin morir en el intento?



Lo pensamos todos. Esa forma supuestamente barata de viajar: el camping al aire libre. En Islandia. ¿En Islandia? ¿Con este frio? …Etc. Alguno se intereso por mi salud física. La mayoría pregunto por la mental. Hubo quien pregunto si bebía demasiado. Etc.


La pregunta entonces cambia. ¿Cómo es posible que a los sensatos les parezca una locura y a los viajeros una alternativa? Faltos de literatura abundante nos lanzamos de lleno al experimento científico.: fuimos de acampada.

De vuelta la respuesta es a la gallega. ¿Se puede acampar? Si y no. A veces es agradable. Muy pocas veces. El frio y sobre todo el viento polar hace la estancia en los campings muy desagradable. El viento a veces incordia la vida hasta convertirla en drama.

Cuando se tiene poca plata el pueblo elabora la idea de que con una tienda barata de Decathlon, la Quechua esa que tanto juego da en el Mediterráneo y un saco de dormir de lo mismo, malo será. Algunos lo han sobrevivido. Conozco alguno. Mas lo están lamentando. Este verano, en julio, he visto como las tiendas salían volando. He contemplado roturas. Parejas en medio de la noche parapetándose entre lagrimas detrás del coche. En el camping de Landmannahellir cayo en una sola noche tres metros de nieve. Y tu allí con tu Quechua.

No crea que hay que ser rico para ir de campista. Hay incluso tiendas de Decathlon que aguantan estas incomodidades. Como esta. Solo hay que pensarlo antes. Como el saco que debe llevar. De mínimos.

Hay que tener espíritu, alma, y abuela, deportista. Hay que tener un colchón aislante. Hay que saber que pronto deberá usted recogerse en su tienda.

En todos los campings de los países escandinavos, Islandia incluido, intentan resolver el problema del frio y mal tiempo con las salas comunales. En estas, siempre abiertas, uno puede sentarse, cocinar, comer, charlar con el mundo. La idea es excelente. Solo tienen un pero: el espacio.

Ese es la tragedia, imposibilidad, de los campings islandeses. El auge del turismo ha sido exponencial. El auge de las facilidades ha sido cero. He estado en campings ocupados por mas de cien personas con dos duchas. Una para mujeres. Otra para hombres. He dormido en campings en los que te cobran por ducharte bajo un chorro al lado del vecino. He estado en cámpings de suciedad inmunda. Todos son asquerosos.

Los islandeses argumentan que solo están abarrotados dos meses de verano. Luego no hay nadie. Eso no compensa la inversión. Es la desolación. ¿Quién duerme al aire libre bajo cero?

El camping de Vik es inmundo y asqueroso. El camping de Seljalandsfoss es un letrero en medio del verde. El camping de Husafell es un letrero en medio de la lava.  El camping de Pingvellir es un prado mal segado. El camping de Selfoss es visitable. El camping de Grindavik es lo mejor que he encontrado.

¿Se puede acampar? Si. ¿Volvería a hacerlo? No. ¿La mejor opción? Llevar/ Alquilar una furgoneta donde se pueda dormir. Aparcar donde quiera . Visitar el camping si le da la congoja.
¿Agua? Litros gratis en cualquier estación de servicio.
¿Ducharse? Lo descubrimos pronto. Por mucho menos dinero de lo que paga en los campings puede bañarse desde las 7 de la mañana en la excelentes piscinas publicas y después ducharse a placer. Caliente, siempre con agua abundante y caliente.




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